DETERMINACIÓN
El día sábado 16 de abril del
presente año se realizará la entrega de informes académicos, donde se
socializarán las problemáticas del grupo así como los niveles de mortandad
estudiantil con el fin de crear planes para mejorar el rendimiento durante el
siguiente período de clases, sin embargo, hay un aspecto que no se toma mucho
en cuenta a la hora de estas entregas y es el estado emocional de los
educandos.
Desde que iniciamos el camino
del saber en los grados de transición se nos inculca una idea que, como buenos
niños, absorbemos cual esponja, y esa es: “los más inteligentes tienen las
mejores notas, los tontos las peores”, esto es verídico hasta cierto punto,
pues, si bien muchos de los alumnos más aplicados son listos, hay a su vez muchos
otros menos aplicados que son más inteligentes.
Solemos cometer el error de
relacionar buenas notas con inteligencia, olvidando que esta última se divide
en muchos tipos diferentes, dando casos como el pésimo alumno de matemáticas
que es un genio musical, o aquel que sufre con compuestos químicos pero pinta
con la pasión de cada átomo en su cuerpo.
Durante la entrega de reportes
académicos, muchos jóvenes se sienten estresados respecto de su desempeño, esto
se da porque sus padres quieren siempre que sus hijos sean los “mejores”, aquellos
con las notas más altas porque “la apariencia esta antes de todo”, sin embargo,
quienes no logran cumplir las expectativas, tienen que lidiar con el
sentimiento de frustración para con sus
padres y la preocupación por recuperar los logros perdidos, esta carga
emocional en algunos casos es la causa de que los estudiantes entren en un
círculo vicioso, pierden y se sienten mal por ello, ese sentimiento los hace
rendir menos, pierden otra vez repitiendo el ciclo nuevamente. En mi opinión,
lo mejor que pueden hacer esas personas es no dejarse llevar por los
comentarios y prejuicios de los demás, deben buscar la determinación dentro de ellos,
levantarse, y con la frente en alto esforzarse por superar sus dificultades.
En esta vida se nos presentan
muchos retos, y no siempre tendremos el ánimo o el medio para afrontarlos, pero
no debemos retroceder, siempre hay que apuntar hacia adelante, no importa que
tan grande sea la adversidad o que tan lejano se vea el sueño cumplido, nuestra
dedicación disciplina y pasión son las cosas que nos llevarán tan lejos como
queramos. Nunca olviden que la montaña más grande empezó siendo solo una
piedra.
KEVIN MANRIQUE MOSQUERA
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