domingo, 10 de julio de 2016

¿CUÁNDO VAMOS A APRENDER…

Para nadie es un secreto que el evento más competitivo y esperado por los Nusefistas es el folclorito, donde cada grado elige a una reina que los represente y compite en su respectiva categoría. Cada una de ellas se prepara con anticipación para el gran día, el día donde por todo el colegio se escuchan aplausos, música y se respira a tamal, lechona y sancocho. Pero detrás de esta alegría siempre ha existido una triste realidad que todos saben pero que nadie se atreve a decir, y es la rivalidad que comúnmente se ve en cada una de las categorías, en especial la de los grados mayores: noveno, décimo y once.

En los cinco años que llevo en la Institución puedo dar fe que siempre se presenta esta situación, pero a lo que realmente quiero llegar es que esto se sigue presentando porque no hemos aprendido a tolerar a nuestra competencia. Este año no estuvo exento de los malos comentarios, los reclamos, las presiones y los chismes y como dice un dicho por ahí “al que le caiga el guante que se lo chante”, cada uno sabe que dijo, bueno o malo, arrepentido o no, dio pie para que antes de la presentación todos se sintieran de alguna manera incómodos.

Hasta ahora la mayoría de veces grado once gana y veo esta competencia como un proceso, generalmente cuando uno se encuentra en los grados menores, no sabemos asimilar la competencia, siempre decimos “la rosca de once” o “eso hubo plata de por medio” somos prejuiciosos, pero eso hace parte de ser inmaduro y no nos culpó por eso, éramos niños y también queríamos ganar. Pasamos a noveno, décimo y seguimos con lo mismo hasta que llegamos a once. En nuestro último grado por ser once queremos ganar o ganar, ahí nos damos cuenta que nos convierten en la piedra en el zapato de muchos y se generan un sin fin de historias que al final nadie se responsabiliza de su autoría.

En fin todo esto se repite año tras año pero cuando se está a punto de salir del colegio a la vida real asimilamos el valor de la tolerancia, y nos damos cuenta que realmente no vale la pena envidiar a los demás cuando aprendemos a valorar y a confiar en nuestras capacidades, claro está que no todos pasan por este proceso, algunos siguen envidiando y otros puede que siempre les dio igual, el caso es que esta situación se podría evitar si tan solo supiéramos dialogar, preguntando y no suponiendo, no para dejar de ver a la competencia como competencia sino para no ver la competencia como un enemigo más, a nadie le gusta perder, pero perdiendo es que se aprende a ganar y es irónico, porque de todos modos todos terminan apoyando a la reina que no querían que ganara en el reinado estudiantil.


Cuanto será que vamos a aprender…y estoy segura que cuando los grados menores lleguen a once también pensaran lo mismo y los que en algún momento tacharon a su competencia de tramposo sin siquiera comprobarlo, harán de su karma una enseñanza y se darán cuenta que tampoco querrán que los que van a ocupar su lugar los juzguen. 

Danna Mariah Barbosa Cárdenas

viernes, 20 de mayo de 2016

EN MEDIO DEL ÚLTIMO SUSPIRO

¿Quién soy? ¿Qué quiero en la vida? y ¿Qué dirección debo tomar?, son algunas de las preguntas que se están empezando a hacer los estudiantes de último año: la prom 2016. El tiempo ya empezó a correr y no da espera, no le importa qué tan bulliciosa sea nuestra mente suplicando un poco más de tiempo mientras piensa mejor las cosas.

Se acercan las decisiones importantes y si de pronto alguno piensa que once es el grado del “relajo” como suelen llamarlo  replantearé esta expectativa; si bien es cierto que el grado once ofrece experiencias únicas como último año y se nos conceden algunos beneficios para que sea un año más amenos, por supuesto disfrutamos, reímos, compartimos, aprendemos, bailamos, entre otras cosas.

Pero adentrándonos un poco más a los 63 estudiantes, se puede encontrar un mundo que toma diferentes formas, en el fondo cada uno sabe que se acerca el momento de definir el proyecto de vida; algunos lo tienen ya definido, otros no, de igual manera están los que van de un sí a un no y aparecen en nuestras mentes esas preguntas que nos obligan a examinarnos, luego llegan más preguntas que siguen agobiando nuestra mente. Ya analizándonos empezamos a pensar en la realidad, el medio que hace posible lo imposible, que realicemos el proyecto de vida: las oportunidades.

Nos llenamos de diferentes ideas y sentimientos para algunos más importantes que para otros, sin embargo, en determinado momento, suspiramos y nos acordamos donde estamos ahora, miramos hacia atrás y vemos todos esos años reunidos de estudio guardados en una caja acompañados de experiencias y conocimientos apunto de sellarse para salir del colegio con una maleta y miramos hacia adelante y vemos un camino que se está empezando a trazar por el cual caminaremos por el resto de nuestras vidas, un camino incierto que nos llena de emoción pero a la vez de miedo.

Entonces volvemos a la hora, aferrándonos tanto al pasado como al futuro y como buenos adolecentes, nos reímos internamente volviendo de nuevo a la clase de matemáticas, no antes sin dar cierre a nuestras divagaciones recordando que estamos en el último suspiro.


Danna Mariah Barbosa
LA SEMANA

Desde el martes 3 de mayo hasta el viernes 13 de mayo del presente año, se realizó la semana de evaluaciones en la institución educativa, una semana en la cual todos los días los estudiantes presentaron 2 exámenes de diferentes áreas en formato de preguntas de selección múltiple con una sola respuesta correcta.

Los alumnos de la institución fueron informados mediante un volante de cuáles evaluaciones presentaría y en qué día se haría, sin embargo, muchos de ellos no estaban preparados para la semana; a primera vista no se notaba mucho, el clima que se respiraba en las aulas era exactamente el mismo al de todos los días, eso sí, con unas cuantas bromas de más relacionadas a la propia jornada evaluativa, pero mientras más avanzaba el calendario, la tensión de algunos durante las pruebas se hacía evidente, así como los esfuerzos plausibles de otros que estudiaban hasta en los descansos .

A la hora de presentar una prueba, es normal ponerse nervioso y más aún cuando dicha prueba será evaluada y calificada. En nuestra condición de estudiantes una de las cosas que más nos afectan (a la mayoría) son las notas y cabe destacar el silencio infinito, la soledad en grupo y el temor a olvidar todo de un plumazo durante los exámenes, la paranoia de ser descubierto en pleno acto de copiarse, los ojos vigilantes del profesor tan penetrantes como una bala y tan fríos como el hielo;   todos estos factores podrían explicar la aversión que genera una evaluación a un estudiante y más en aquellos que memorizan para soltarlo todo en una hoja y olvidarlo cinco minutos después, en estos se genera una sobre carga al almacenar tanta información en una semana, al menos les quedan las nuevas neuronas no usadas en este proceso.

Por mi parte y como mensaje a todos nuestros lectores, les digo que en toda nuestra vida seremos evaluados de diferentes formas, más allá de lo académico, estamos en constante proceso de cambio, cambios que desde luego son evaluados por las personas ajenas a nosotros, desde nuestra forma de actuar, nuestros talentos, nuestra apariencia, nuestro diálogo, y otros factores de nuestro ser. Las evaluaciones así mismo, son importantes en nuestro desarrollo, nos advierten cuando algo está yendo por mal camino y en un sentido académico, son la mejor forma que tiene el docente para saber qué tal va nuestro proceso educativo, pues en un examen se separa el que memoriza del que aprende, el primero olvidará rápido y a más evaluaciones peor desempeño tendrá, el segundo por su lado, si ha aprendido realmente,  podrá presentar cuantas evaluaciones se le presenten y contestará bien.

Kevin Manrique


domingo, 17 de abril de 2016

LA TRANSFORMACIÓN NUSEFISTA

La convivencia es un proceso importante por el cual los estudiantes pasan a lo largo de su etapa estudiantil, creando en ellos la tolerancia y el respeto hacia los demás. En la Institución se refleja esto no sólo en el aula de clases con los compañeros, sino también en los descansos, en el baño, los pasillos, el auditorio y cuando se realiza una formación. Pero ¿Qué cambios se han notado en la convivencia de los nusefistas?

Es importante recordar que este año la Institución inició con resacas del año pasado y por consiguiente hubo cambios, para algunos buenos y para otros no tanto, el caso es que todos hemos tenido que asimilarlos desde el personal administrativo hasta los estudiantes y aquí es donde se encuentra la convivencia que aunque no muchos la hayan notado, ha sido importante en este proceso.

Si se retrocede un poco para analizar los sucesos que ocurrieron a lo largo del primer periodo, hay que hacer memoria de qué factores marcaron la convivencia de los nusefistas, desde enfrentarnos a situaciones que desconocíamos y que fueron poco agradables para la mayoría, como las pérdidas de personas consideradas importantes en la Institución. Esto dejó una gran nostalgia, pero fue el inicio de una nueva etapa para nosotros donde los cambios empezaron a tomar forma y todos los nusefistas se unieron para recibirlos con gratitud.

Poco a poco la alegría fue brotando en cada rincón de la Institución, pero esta no llegó sola, vino acompañada de personas que se esfuerzan día a día para que la Institución siga mejorando: la comunidad educativa, personas que están dispuestas a escuchar nuestras voces y a fomentar la escucha en los demás, trayendo consigo no sólo energía positiva, sino también el orden que tanta falta hacía, logrando concientizar a los nusefistas volviéndolos más tolerantes y respetuosos con lo demás.

Aún faltan muchas cosas por mejorar, pero qué bonito es ahora sentirse a gusto en una formación, en un descanso, cuando nos reunimos en el auditorio y sentir que la tristeza que teníamos nos unió dando como resultado que la mentalidad individualista que se tenía ignorando lo que pasaba en la Institución, se trasformara en una mentalidad de equipo, donde la convivencia es el soporte que nos está ayudando a corregir los antiguos errores, y ahora que se ha terminado el primer período, estemos orgullosos por la gran Institución que somos.

 DANNA MARIAH CÁRDENAS


DETERMINACIÓN

El día sábado 16 de abril del presente año se realizará la entrega de informes académicos, donde se socializarán las problemáticas del grupo así como los niveles de mortandad estudiantil con el fin de crear planes para mejorar el rendimiento durante el siguiente período de clases, sin embargo, hay un aspecto que no se toma mucho en cuenta a la hora de estas entregas y es el estado emocional de los educandos.

Desde que iniciamos el camino del saber en los grados de transición se nos inculca una idea que, como buenos niños, absorbemos cual esponja, y esa es: “los más inteligentes tienen las mejores notas, los tontos las peores”, esto es verídico hasta cierto punto, pues, si bien muchos de los alumnos más aplicados son listos, hay a su vez muchos otros menos aplicados que son más inteligentes.
Solemos cometer el error de relacionar buenas notas con inteligencia, olvidando que esta última se divide en muchos tipos diferentes, dando casos como el pésimo alumno de matemáticas que es un genio musical, o aquel que sufre con compuestos químicos pero pinta con la pasión de cada átomo en su cuerpo.

Durante la entrega de reportes académicos, muchos jóvenes se sienten estresados respecto de su desempeño, esto se da porque sus padres quieren siempre que sus hijos sean los “mejores”, aquellos con las notas más altas porque “la apariencia esta antes de todo”, sin embargo, quienes no logran cumplir las expectativas, tienen que lidiar con el sentimiento de frustración  para con sus padres y la preocupación por recuperar los logros perdidos, esta carga emocional en algunos casos es la causa de que los estudiantes entren en un círculo vicioso, pierden y se sienten mal por ello, ese sentimiento los hace rendir menos, pierden otra vez repitiendo el ciclo nuevamente. En mi opinión, lo mejor que pueden hacer esas personas es no dejarse llevar por los comentarios y prejuicios de los demás, deben buscar la determinación dentro de ellos, levantarse, y con la frente en alto esforzarse por superar sus dificultades.

En esta vida se nos presentan muchos retos, y no siempre tendremos el ánimo o el medio para afrontarlos, pero no debemos retroceder, siempre hay que apuntar hacia adelante, no importa que tan grande sea la adversidad o que tan lejano se vea el sueño cumplido, nuestra dedicación disciplina y pasión son las cosas que nos llevarán tan lejos como queramos. Nunca olviden que la montaña más grande empezó siendo solo una piedra.

KEVIN MANRIQUE MOSQUERA

sábado, 12 de marzo de 2016

ESTE AÑO, LA DEMOCRACIA SE VIVE EN EL NUSEFA

El debate es un espacio de comunicación en el cual dos personas o más exponen y discuten sus opiniones, ideas e intereses respecto de un tema. Generalmente las primeras participaciones en algún debate se hacen en el colegio, más específicamente en la básica secundaria, ahí es donde los estudiantes empiezan a entender cómo funciona y la importancia de este como herramienta comunicativa para la democracia. Así se hizo el ejercicio el día lunes 29 de febrero, con los aspirantes a personería en un debate público moderado por la docente Yolanda López en el cual participaron los estudiantes de grado sexto a once.

El debate comenzó con unas palabras del rector Teniente Francisco Gutiérrez seguida de la presentación de cada uno de los aspirantes y sus propuestas bandera; a mi parecer un buen inicio para ellos, posteriormente se les hicieron preguntas a todos los aspirantes de por qué decidieron lanzarse a la personería, en qué se diferenciaban sus propuestas de las otras, etc. Básicamente se les preguntó lo mismo que en debates de años anteriores. Pero, ¿Qué hizo que este debate fuera a mi parecer, diferente? Y por diferente no me refiero al que usaran camisetas de colores que los diferenciaran que fue un lindo toque este año, ni tampoco el creer que fue aburrido, al contrario, pienso que fue un gran debate y desde que entré a la Institución a cursar grado sexto no recuerdo un debate al cual prestara tanta atención como a este. Las razones son varias, empezare por reconocer el gran interés que este año la Prom le puso al ejercicio de la democracia con la participación de cinco estudiantes aspirantes a la Personería, habitualmente la mayoría de estudiantes suelen evitar estos “rollos” como así lo llaman, por ahorrarse trabajo o porque simplemente no les importa. Otra de las razones es que este año lanzaron unas propuestas muy interesantes enfocadas a diferentes aspectos de la Institución un poco olvidadas y más con el cambio que ahora estamos viviendo. Al reunir estas razones, el debate pudo desarrollarse de una manera muy dinámica, donde ellos participaron, en ocasiones debatieron a sus contrincantes y el público tuvo una gran participación. 

Sin embargo a pesar de creer que fue un buen debate, hubo dos aspectos que no me quedaron claros y al mismo tiempo no me gustaron, el primero es que hubo momentos en el debate, en el que los aspirantes no eran objetivos con las respuestas, y el otro fue la opinión del público, hubo un momento en que el debate pasó de ser entre los aspirantes a ser del público debatiendo a los aspirantes, cuando la audiencia en el debate actúa como espectador, hace preguntas y comentarios en el momento dado; hablar en público no es fácil, y más aún cuando se trata de dar a entender una idea a muchas personas. Creo que los estudiantes no tuvieron en cuenta el esfuerzo que los aspirantes vienen haciendo desde que se postularon al lanzar sus opiniones en el debate, es cierto que fallaron en algunas preguntas pero no por eso tenían que menospreciar en cierto modo el trabajo que estaban haciendo y discrepo con los estudiantes que pensaron que ellos no sabían lo que estaban hablando; además del hecho de tener que llamarles la atención varias veces para que hicieran silencio. De todos modos es la opinión de cada uno y quien soy yo para juzgar sus opiniones.

Pero de todo esto se aprende, por supuesto no podíamos pedirle a los candidatos que fueran perfectos en sus respuestas, ellos al igual que todos están en un proceso de aprendizaje, seguramente en el futuro lo harán mejor, y nosotros como audiencia a saber lanzar una crítica constructiva, al final de cuentas así como dice Albert Jacquar, escritor francés “El debate permanente es el único antídoto contra la manipulación de la opinión”; recuerdo que desde la esquina donde estaba sentada divisé en una vista panorámica a todos en el auditorio, repasé en la situación y pensé que es la variedad de opiniones lo que verdaderamente importa siempre que sean argumentadas, y es lo que hace que el momento de las elecciones tenga sentido así que me quedó claro que este año, la democracia se vive en el NUSEFA.

DANNA MARIAH BARBOSA CÁRDENAS

lunes, 2 de noviembre de 2015

RECUPERANDO LA SEMANA CULTURAL

En nuestra institución se venía diciendo desde comienzo de año que la semana cultural,  una semana importante, muy esperada por los estudiantes y docentes ya sea para presentar diferentes proyectos o talentos desarrollados y practicados durante el año escolar, no tendrían su espacio necesario en el 2015.

Los docentes Carlos Gaitán y Rubert Vanegas, siendo los directores de grado once, al ver esta situación decidieron recoger firmas para que los docentes apoyaran y que al menos nos dieran dos días para poder exponer  diferentes proyectos que en años anteriores eran presentados en toda una semana.

Para concluir, quiero decir que no me parece que dos días sean suficientes para nosotros, ya que nuestra institución se ha destacado en tener proyectos que valen la pena, y en este año, diferentes áreas no pudieron hacer sus muestras. Se espera que en los siguientes años todos participen, pero igualmente estos dos días también tuvieron sus cosas buenas, pues en mi opinión, los dos días culturales se hicieron de la mejor manera. Hubo participación de grados inferiores como de grados superiores, la dedicación y esfuerzo de los estudiantes y profesores al presentar sus proyectos e ideas, hacían que a pesar del poco tiempo prestado por la institución, resaltara el talento de Nuestra Señora de Fátima.

María Murillo Holguín